Enero de 2014
Colombia se encuentra “al filo de una nueva oportunidad” por las
actuales condiciones que se presentan en las dimensiones sociales,
políticas, económicas y ambientales, así como por los acelerados
procesos de inserción internacional derivados de las exigencias de la
globalización y, en particular, por las nuevas y muy promisorias
posibilidades que se abren con un eventual acuerdo de paz y
reconciliación nacional.
No podemos negar que el país tiene todavía muchos problemas que
superar, pero esas falencias se convierten ahora en nuevas
oportunidades. La pobreza permanece y la desigualdad sigue siendo de las
más altas en América Latina de acuerdo con los resultados del
coeficiente de Gini y con las comparaciones entre el campo y las
ciudades. Las alarmas sobre la baja calidad en la educación que se
dispararon con el descalabro en las pruebas PISA nos aglutinan a todos
alrededor del mejoramiento cualitativo de la educación en todos sus
niveles. La corrupción en las más altas esferas públicas y privadas nos
motiva a todos a nuevas reflexiones y realizaciones sobre la ética y la
justicia. El atraso en el desarrollo regional y territorial a pesar de
las bonanzas mineras nos impulsa a aprovechar las regalías en
inversiones a largo plazo en educación, ciencia, tecnología e
innovación. La violencia recrudecida del narcotráfico, el crimen
organizado y las bandas criminales nos hace ver que la paz no es solo
llegar a acuerdos escritos y firmados para terminar las guerras, sino
trabajar incesantemente en tejer, reparar y reforzar los hilos que nos
unen en todas las dimensiones de una cultura de la paz.
Superar estos y otros problemas se constituye en un reto para el
país y requiere de un gran consenso nacional para definir un norte
estratégico con un amplio proceso participativo de diálogo social que
vincule a todos los actores sociales, económicos y políticos que impulse
un nuevo modelo de desarrollo con enfoque humano sobre el cual se
canalicen todos los esfuerzos humanos, técnicos y presupuestales.
Ante la coyuntura electoral, y dadas las diversas manifestaciones e
informes que particularmente han surgido desde la comunidad académica y
científica del país a propósito del futuro de la educación, de la
ciencia y de la tecnología es fundamental que los partidos y movimientos
políticos, los candidatos a la Presidencia de la República y al
Congreso incluyan en la agenda política la realización de un ejercicio
serio, reflexivo y de largo plazo que le apueste a la educación, la
ciencia, la tecnología y la investigación como estrategia de un nuevo
modelo de desarrollo con enfoque humano.
Hace veinte años se presentaba un panorama semejante de luces y sombras
tras los asesinatos de los dirigentes de los movimientos de avanzada,
cuando se acordó la Constitución Política de 1991 y empezó a cambiar el
marco legal, político y económico del país. En septiembre de 1993 se
conformó la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo, llamada
popularmente “Comisión de Sabios”. En julio de 1994 la Misión produjo el
documento “Colombia: al Filo de la Oportunidad”, uno de los primeros
ejercicios serios de prospectiva que trazó una carta de navegación para
el nuevo país, basada en la educación como pilar fundamental del
desarrollo, acompañada con inversión decidida en ciencia y tecnología e
impulso a las organizaciones que aprenden y comprenden su entorno
social.
Volver a formular soluciones factibles para los viejos y nuevos
problemas del país en esta nueva oportunidad se constituye en un reto
para todos y requiere de un gran consenso nacional para definir un norte
estratégico que canalice y potencie los esfuerzos de todos. Hoy se
propone hacer en el corto plazo un balance del informe de la Misión y un
relanzamiento de las tareas pendientes para los próximos cinco años, y
luego, al comienzo del próximo cuatrienio, realizar un nuevo ejercicio
de construcción de país a largo plazo que culmine con otra carta de
navegación a 25 años, “Colombia: al Filo de una Nueva Oportunidad”, ya
que la primera, escrita también para 25 años de ruta a partir de 1994,
nunca llegó a serlo.
No basta ahora con reunir unos pocos expertos y asesores para producir
ese segundo documento, sino que es necesario ampliar y consolidar muchas
iniciativas y esfuerzos que van surgiendo aquí y allá en informes y
eventos, en los foros y los pronunciamientos de la diáspora científica,
de los profesores de física de la Universidad del Valle, de la ACAC, y
muchas otras, para conformar un amplio proceso participativo de diálogo
social que vincule a todos los actores sociales, económicos y políticos
en foros, diálogos y proyectos que vayan configurando ese norte
estratégico y un nuevo modelo de desarrollo con enfoque humano,
integral, equitativo y sostenible, alrededor del cual se canalicen todos
los esfuerzos humanos, técnicos y presupuestales, no solo como política
de un gobierno sino como política de Estado que oriente e impulse las
acciones de los sucesivos gobiernos elegidos.
Ante la coyuntura electoral actual, es fundamental que los partidos y
movimientos políticos y los candidatos a la Presidencia de la República y
al Congreso incluyan en su agenda política algunas de las propuestas
que todavía están pendientes del documento de la Misión para incluirlas
en el Plan de Desarrollo del próximo gobierno, así como la realización
de ese ejercicio serio, reflexivo y de largo plazo que vuelva a proponer
al país la educación, la ciencia, la tecnología, la investigación y la
innovación como estrategias de un nuevo modelo de desarrollo con enfoque
humano integral, equitativo y sostenible.
En este sentido, esta iniciativa se desarrollaría en varias fases. La
primera fase se propone la revisión en el corto plazo del documento de
la Misión, “Colombia al Filo de la Oportunidad”, para definir cuáles de
las recomendaciones han sido implementadas en el país y a través de qué
políticas públicas, planes, programas y proyectos públicos o privados, y
qué propuestas todavía están pendientes para ser incluidas en el
próximo Plan Nacional de Desarrollo. Esta última selección de las tareas
pendientes para los próximos cinco años hasta 2019, plazo original de
propuestas hechas en 1994, se presentaría a los movimientos, partidos y
candidatos a la Presidencia y al Congreso, y luego, una vez definido el
próximo gobierno, se propondría a los equipos de trabajo
correspondientes su inclusión en el Plan Nacional de Desarrollo. En
dicho Plan se incluiría también el propósito de realizar la segunda fase
de esta iniciativa de diálogo nacional.
Esa segunda fase contemplaría la realización al menos durante un año a
partir del comienzo del próximo gobierno de un amplio ejercicio de
prospectiva participativa para la construcción del segundo informe
“Colombia: al Filo de una Nueva Oportunidad”, para iniciar el proceso de
transformarlas en políticas de Estado a través de reformas
constitucionales, leyes estatutarias y leyes ordinarias para su
continuidad en los gobiernos de los siguientes 25 años.
¿Quisiera usted sumarse desde ahora a este diálogo social “Colombia: al Filo de una Nueva Oportunidad”?
Busca dar a conocer el proceso para promover un ejercicio de prospectiva para el país, a partir del balance del informe “Colombia: al Filo de la Oportunidad”, elaborado por la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo en 1994, para realizarlo durante un año al comienzo del próximo gobierno y elaborar un segundo documento “Colombia: al Filo de una Nueva Oportunidad” que recoja las propuestas vigentes de la Misión y formule una nueva carta de navegación para 25 años más.
viernes, 31 de enero de 2014
Hacia un diálogo Social “Colombia: Al Filo de una Nueva Oportunidad”
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